domingo

Arde la casa cuando tu vienes
pero hoy hace frío
y tu no estás.
Me meto en la cama
con el abrigo puesto y rezo
para que vuelvas.
Pero yo no creo en Dios
ni en fuerza alguna que me cobije.
Sólo tu cuerpo me parece
esta noche helada
la salvación.

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