lunes

He escrito un mensaje
lo he introducido en una botella
y lo he tirado por la ventana.
Encerrado en esta isla
que es mi casa, sin escapatoria
espero paciente un barco
salvador. Cada noche imagino
un cuerpo salido del agua
con el pelo mojado, sonriente
atraviesa el muro que me parece
infranqueable y arroja mis libros
y poemas al mar. Me besa
y se va. No me lleva con él!
Antes de sumergirse otra vez
me suelta: "la isla está
en tu cabeza, nadie se opone
a que aprendas a nadar". Sueño
que nado. Cuando me despierto
estoy sudando. Salado como el mar.
Me siento en la cama y empiezo
a escribir la historia de un barco
y un mensaje y una esperanza
de libertad inaccesible para mí.
Que bien me siento náufrago y a salvo
en estas cuatro paredes.

1 comentario:

  1. Hace mucho que escribiste esto pero, de entre todos, quizás éstos son los versos que más me han golpeado. Esa isla y esos muros ciclópeos me son muy familiares y, aunque no iguales, podrían tener nombres dramáticamente parecidos.

    ResponderEliminar