jueves

Cuando por la mañana me sonríes en la cama y tus ojos brillan
y tu cuerpo se me ofrece semi desnudo escondiendo con pudor
lo que más deseo ver, y tu lengua degusta el sabor de mi sexo,
o cuando al atardecer -en otro tipo de fiestas- con los amigos
reímos y bailamos y por un breve instante detenemos el tiempo
tras las botellas de champán, e incluso en acciones tan aburridas
como mirar la televisión un fin de semana entero o jugar
al parchis en el comedor de tu casa sé que podría quererte.
Pero tu no eres mi amor, él ya se fue, tu sólo lo sustituyes.

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