sábado

La palabra miente.
Y la palabra escrita
mantiene encerrada
su mentira. Por eso
sólo me fío de mis gestos.
Por eso cuando escribo
que te quiero, miento.
Así que, por favor, no leas
más mis poemas. No dejes
que te siga engañando
con palabras de amor
que no sé pronunciar.
Es preferible que te vistas
y te vayas. Que recuperes
tus cosas y te alejes.
Es lo mejor para ti, pues
juro que no te quiero.